Cuatro detalles que hacen la diferencia en los textos traducidos
Romina Navarro es traductora de inglés, redactora, correctora y editora freelance, activista feminista y laicista, curiosa lingüística y, también, motociclista. Es socia de PLECA desde 2020, la asociación de profesionales de la corrección de Argentina, y parte de la comunidad internacional de Global Voices desde 2012, una organización que promueve el periodismo ciudadano, los derechos digitales y los derechos humanos, y donde también se desempeñó temporalmente como editora para América Latina.
Además de todo lo que dice (y no dice) en la breve (brevísima) bio que me mandó, Romi Navarro es una amiga de la casa. Ella y yo compartimos muchos caminos profesionales y de activismo. Entre congresos de traducción y marchas militantes, fuimos cultivando nuestra amistad. Y, como si esto fuera poco, tenemos una investigación conjunta que nos entusiasma mucho. En este momento está congelada por falta de tiempo, pero pronto la retomaremos.
En las redes Romi Navarro es @tradumotera. Si la siguen, pronto descubrirán que, además de «fierrera», es fana del lenguaje claro y tiene un gran ojo para detectar esas cositas que hacen que un texto traducido no suene todo lo natural que podría. ¿No me creen? ¡Pasen y lean!
Escrito por: Erika Cosenza
Fecha: 25-08-2022
Cuatro detalles que hacen la diferencia en los textos traducidos
Escrito por: Romina Navarro
Fecha: 25-08-2022
Desde que me empezó a salir más trabajo de edición y corrección de traducciones (o proofreading), aprendí a tener nuevas miradas sobre el trabajo de mis colegas y el propio.
En relativamente poco tiempo, el ojo se acostumbra a reconocer el estilo de redacción de cada profesional: En un documento extenso que se dividió entre un número de colegas, se logra ver hasta donde tradujo una persona y empezó otra, por las construcciones gramaticales, la selección de palabras o algunas muletillas, y hay que tomar decisiones para «emparejar» la redacción.
También se aprende a detectar cuando hay cansancio o apuro, porque los errores tontos se vuelven más frecuentes. Es normal, no somos máquinas, nos equivocamos, nos cansamos, nos aburrimos con algunos textos. Huelga decir que necesitamos apartar la vista del monitor y desconectar la mente cada tanto (hace poco escribí en este mismo blog sobre cómo me recreo entre trabajos).
Quienes corregimos somos el par de ojos «frescos» que encuentran los detalles que se pasaron por alto por conocer ya de memoria el texto, desde errores brutales que hacen sangrar los ojos hasta los detalles más tontos: los muy estudiados «falsos amigos», los gerundios criminales de posterioridad —particularmente, los odiosos incluyendo o dependiendo—, los calcos estructurales, las redundancias y repeticiones, que en inglés son bastante naturales, pero en español suenan desagradables.
A veces no nos damos cuenta de que algo «no cuadra» hasta que nos lo mencionan. Por eso comparto cuatro errores que encuentro con demasiada frecuencia y que, si bien se estudian en las escuelas de traducción o corrección, luego parece que se olvidan. Son detalles que aportan calidad al texto y lo harán más fluido.
Y se va a notar lo fan que soy del lenguaje claro; la forma más simple y directa de expresar algo suele ser la más correcta también, y trato de que sea mi principio siempre.
Todos los ejemplos que uso son reales, y mis sugerencias son opciones, mas no las únicas formas correctas de expresar algo.
1. Traducir todos los modales
El inglés usa demasiado los modales para matizar el discurso o atenuar las afirmaciones, pero no son tan necesarios en español (may, might, can, could, shall, should / puede, podría, debería) y, además, le restan naturalidad a la redacción. Un texto plagado de «puede» suena terrible. En español resulta más natural traducir la afirmación sin el modal, siempre con atención al contexto porque, claro, hay excepciones.
Inglés | Versión con modal ☹️ | Versión afirmativa 😊😊 |
---|---|---|
The amount can be calculated [this way] | El importe se puede calcular [así] | El importe se calcula [así] |
This indicator could be the share of total population who… | Este indicador podría ser la proporción de la población total que… | Este indicador sería la proporción de la población total que… |
Feedback can be received through multiple channels. | La retroalimentación se puede recibir a través de múltiples canales. | La retroalimentación se recibe a través de múltiples canales. |
A good roadmap for the process can help optimize resources. | Una buena hoja de ruta puede ayudar a optimizar recursos. | Una buena hoja de ruta ayuda a optimizar recursos. |
The basic tasks could include… | Las tareas básicas podrían incluir… | Las tareas básicas incluirían… |
Insisto: Hay excepciones, y no solo es correcto, sino necesario traducir el modal. Por ejemplo, cuando se habla de una posibilidad o probabilidad:
👀 This method can be self-defeating.
👀 Este método puede resultar contraproducente.
2. Alergia a los adverbios terminados en -mente
En general, los adverbios terminados en -mente son largos y hacen la lectura pesada si hay varios muy cercanos entre sí. Además, la cacofonía (repetición seguida de sonidos similares) es muy desagradable en español, no así en el inglés, donde a veces aporta ritmo a la lectura.
Dicho esto, tampoco hace falta eliminar todos estos adverbios: Es tan pesado leer muchos «mentes» como leer a cada rato «de forma/manera/modo + adj.». Y hay casos donde, incluso, el adverbio terminado en -mente es la opción más natural:
☹️ Si tiene dudas, llame de forma directa a este número.
😊 Si tiene dudas, llame directamente a este número.
Como en todo, la clave es el equilibrio; amiguémonos con estos adverbios. Si en un fragmento del original nos encontramos con varios adverbios terminados en -ly, evaluemos cuáles podrían quedar, cuáles se pueden parafrasear y cuáles están coordinados para eliminar la terminación de uno o varios de ellos (p. ej., lenta y cuidadosamente).
3. «Realizar» en lugar de «hacer»
Tanto en traducciones como en textos originales en español, me parece que se evita a toda costa el verbo hacer (¿por qué?). Hacer es un verbo comodín que, en efecto, a veces conviene remplazar por otro de mayor precisión léxica para enriquecer el discurso. Por ejemplo:
📌Hacer una comida rica → Preparar una comida rica
📌Hacer una película → Rodar una película
📌Hacer una casa → Construir una casa
📌Hacer una nota → Redactar/escribir una nota
Sin embargo, no entiendo mucho el afán de remplazar hacer con otro verbo que también se volvió comodín: realizar. Por una parte, realizar no siempre tiene el mismo sentido ni es más «elegante» o preciso que hacer; y por otra, en muchos casos, hacer es la opción adecuada:
☹️ Realizar un uso adecuado de…
😊 Hacer un uso adecuado de… (aunque yo diría «usar adecuadamente», si el contexto lo permite).
Veo la misma manía con utilizar en vez de usar, y ocurrir/suceder en vez de pasar: No son palabras incorrectas, pero tampoco son más formales ni más precisas. Los sinónimos ayudan a evitar repeticiones aburridas, pero siempre hay que pensar en cómo nos saldría naturalmente decir algo en un contexto formal o informal.
4. Período de tiempo
En inglés es natural la expresión period of time; pero, en español, la palabra período ya incluye en su contenido semántico la noción de tiempo, así que está de más la frase preposicional. Por lo tanto, basta con traducir la expresión solo con período, plazo o lapso, según el contexto. Este no es necesariamente un error grave, de hecho, a veces se agrega de tiempo como refuerzo expresivo, pero no lo recomendaría para textos formales.
😉 Me despido con un consejito: El espacio fino o fijo
Más bien diría que es un pedido para facilitarnos el trabajo. Esta maravillosa herramienta, muchas veces ignorada, ahorra un montón de tiempo de maquetación final y corrección de pruebas.
El espacio fino o fijo (Ctrl + mayús. + barra espaciadora) sirve, entre otras cosas, para «fijar» la separación entre una cifra y su símbolo (p. ej., 25 USD, 31 ºC) o la unidad de miles en cifras de cinco o más dígitos (20 000), de manera que al maquetar no queden en distintos renglones cuando están al final de la línea.
Personalmente, también me gusta usarla para fijar nombres o expresiones en pares que tampoco deberían quedar separadas en distintos renglones: p. ej., et al., Malcom X, Enrique VIII.