¿Cómo lograr un buen diálogo?
Escrito por: Erika Cosenza
Fecha: 17-08-2022
No, no. Este no es un artículo de autoayuda. ¿O tal vez sí…?
Cuando traducimos, corregimos o escribimos narrativa, la puntuación de los diálogos en español puede resultar algo compleja, sobre todo —pero no solo— si recién estamos dando los primeros pasos en nuestra carrera.
Además, es un área de particular dificultad para quienes se dedican a traducir desde lenguas, como el inglés, que tienen reglas muy diferentes. De hecho, es una inquietud que surge en cada uno de los talleres de traducción literaria que tengo el placer de moderar en Walrus School.
Fuentes de referencia existen muchas, pero, cuando la prisa o el cansancio apremian, es útil tener un ayudamemoria a mano. Ese es el afán de este artículo: resumir algunos de los casos más emblemáticos o dificultosos en una guía esquemática y de rápida consulta.
Las comillas se reservan para los pensamientos de los personajes; para los diálogos, usamos la raya (—).
—En español, no se usan las comillas para reproducir diálogos.
—¿Posta?
«Esto cambia todo», pensó.
La raya, también denominada guion largo o guion mayor, es un signo de puntuación representado por un trazo horizontal (—) de mayor longitud que el guion (-).
Como en los teclados no suele estar, hay que recurrir a otros métodos. En Windows, podemos presionar ctrl + alt + 0151 (del teclado numérico). También existe la posibilidad de usar la función «insertar símbolo» y crear atajos con combinaciones de teclas en procesadores de texto como Word.
Tal vez a ustedes les pase como a mí, que no tengo teclado numérico y, además, uso otros programas que no permiten insertar la raya como símbolo: memorias de traducción, programas de diseño o incluso el entorno donde estoy escribiendo este mismísimo texto. Mi solución fue crear una especie de macro con AutoHotkey (que se descarga gratuitamente) para poder usar la raya (y otros signos de puntuación) en todos los sistemas que tengo instalados. Lo confieso: Es una de las ventajas de tener a un programador en casa, pero él jura y perjura que es muy fácil de hacer. Y, seguramente, debe haber infinidad de tutoriales para resolver la parte técnica de la cuestión.
La raya se coloca a la altura de la sangría que corresponde a la primera oración de cada párrafo y no se deja espacio entre ella y la primera palabra. Si no hay ninguna aclaración del narrador, no se escribe raya de cierre.
Me detuve. Quería darle tiempo para asimilar la información. Me miraba con absoluta perplejidad.
—¿Vos me estás hablando en serio?Si la intervención del personaje sigue luego de la aclaración del narrador, el signo de puntuación que corresponda al enunciado interrumpido se debe colocar tras la raya que cierra el inciso.
—Perdoná —afirmé—, pero pensé que lo sabías.
—No —dijo—. Es algo totalmente nuevo para mí.No se escribe raya de cierre tras el comentario del narrador si no sigue hablando el personaje.
—¡Haberlo sabido antes! —exclamó. Se veía frustrado.Si la aclaración del narrador está introducida por un verbo de habla («decir», «exclamar», «gritar», etc.), se escribe en minúscula. Con otro tipo de verbos, el inciso se escribe siempre en mayúscula y, si la intervención del personaje no termina con signo de interrogación o exclamación, debe colocarse punto de cierre.
—¿Por qué no me lo dijiste? —Lo agarró de las solapas—. ¡Contestame!
—Nunca me lo preguntaste. —Se encogió de hombros.
—Ya no importa. —Sonrió—. Olvidemos el asunto.No obstante, Alicia Zorrilla sostiene que, si el inciso del narrador interrumpe las palabras del personaje y no contiene un verbo de habla, deberá igualmente escribirse con minúscula:
—¿Por qué no me lo dijiste? —lo agarró de las solapas—. ¡Contestame!
—Nunca me lo preguntaste. —Se encogió de hombros.Si el signo de puntuación que hay que poner luego del inciso del narrador son los dos puntos, estos se escriben también tras la raya de cierre. Después de los dos puntos, debe escribirse con mayúscula.
—Menos mal —dijo aliviada y añadió—: No soporto que nos peleemos.Cuando un personaje habla durante más de un párrafo seguido, en castellano se emplean las comillas de cierre (comillas de seguir). Es una manera de indicar que el personaje continúa hablando.
—¡Ay, eso es muy raro!
—Sí, ya sé. Pero dejame que te explique.
»El tema es así...
Referencias:
GARCÍA NEGRONI, MARÍA MARTA, Escribir en español: claves para una corrección de estilo, 2.a edición, Buenos Aires, Santiago Arcos, 2011.
REAL ACADEMIA ESPAÑOLA, Diccionario Panhispánico de Dudas [en línea] https://www.rae.es/.
— Ortografía de la lengua española [en línea] https://www.rae.es/.
ZORRILLA, ALICIA, El uso de la puntuación en español, 3.a edición, Buenos Aires, Litterae, 2012.
— Diccionario gramatical de la lengua española. La norma argentina, Buenos Aires, Academia Argentina de Letras, 2014.